miércoles, 31 de diciembre de 2014
miércoles, 12 de noviembre de 2014
No es verdad y puede ser.
NO
ES VERDAD
Que
estemos tan mal.
Que el
país, la región ¡y hasta el mundo!
estén al borde de su desintegración.
Que para
ganar haya que destruir algo, o a algún otro.
Que toda
interpretación distinta al relato mayoritario sea necia.
Que una
persona no pueda modificar su entorno.
Que para
ganar algo importante haya que delinquir.
Que
quienes piensan diferente sean malvados.
Que Todos
(Todos los otros, claro) sean unos
corruptos.
PUEDE
SER
Que
estemos equivocados.
Que los
medios oculten cosas muy buenas que suceden.
Que
algunos analistas de la economía sean siervos de quienes se enriquecen con el
caos.
Que la
buena actitud de una persona cambie la desazón de muchos.
Que en el
silencio se esconda alguna verdad.
Que los
medios llenen el tiempo de nada, para
que no se piense en la realidad.
Que una
persona haga prosperar a su ambiente.
Que los
medios exalten cosas malas que nunca ocurrieron.
viernes, 22 de agosto de 2014
miércoles, 13 de agosto de 2014
domingo, 13 de julio de 2014
Después de la final
("Debemos
estar prevenidos ante los medios de comunicación
o
nos harán amar al opresor y odiar al oprimido". Malcolm X.)
Gracias, Sabella, por la digna
competición deportiva que le regalaste a nuestro país y a todo el mundo.
Gracias por no enojarte cuando ellos te
decían que estaba todo mal, cuando ellos reclamaban
porque hacías los cambios tarde, cuando ellos criticaban porque hacías entrar a
delanteros y les pedías un poco de entrega en el medio campo. Gracias por el blooper
con el agua del Pocho Lavezzi. Gracias por el pasito hacia atrás que se
convirtió en un paso de baile y ya tiene tu respetado nombre. Gracias por reírte
poco, porque esto era cosa seria. Gracias por sonreír a veces, porque -como nos
advierte Edgar Allan Poe en La Máscara
Roja-: "Ellos tendrán risas,
pero no sonrisas". Gracias, Sabella, por no haberle contestado al periodista
que preguntó si estabas ahí por el culo
del campeón. Gracias, Sabella, por la paciencia, por la sabiduría y la
prudencia, por haberte bancado a la prensa canalla que deseaba lo peor para
vos, para la Selección y para el país entero. Ellos
mañana seguirán remando hacia atrás, para que nos gane el desánimo. (Pobre
gente) No sé si podrán mirar a los ojos a sus hijos, aún cuando los lleven a Disney, para gastar su dinero en la
capital del Imperio, pobre gente. Ellos seguirán
instalando mañana la idea de que Argentina
es una m..., pobre gente. Qué fácil sería hacer una nómina con $u$ $ei$ciento$ $e$enta y $ei$ nombres. Sí:
Pobre gente... Nosotros no somos como ellos. A nosotros nos quedan risas y
sonrisas, porque nosotros -humilde comparación- nosotros somos como vos.
sábado, 12 de julio de 2014
Antes de la final (No es una paráfrasis para don Ernesto)
("Debemos
estar prevenidos ante los medios de comunicación
o
nos harán amar al opresor y odiar al oprimido". Malcolm X.)
Sabella y la República Argentina les dieron (el DT, a la Argentina, y la Argentina al mundo) una clase de ética: Juegan en buena ley. Obran de buena fe.
A la prensa canalla le salió mal la jugada y perdió. De paso, les vendió a los buitres sus páginas para una solicitada, y después estos socios de la muerte dijeron mucho; mintieron tanto, hasta afirmar que la carne Argentina porta aftosa, para dañar las exportaciones de nuestro país.
¿A cuánto cotizan esas almas en el mercado del infierno?
Ahora que fueron usados cual condones, algunos periodistas abominables saben a qué huelen sus propios gases después de haber comido faisán de la mano de los buitres durante el almuerzo ofrecido en el palacio Duhau.
Faltó que les entregaran a sus propias hijas, para entretener un rato a los anfitriones usureros.
En su esquizofrenia, un periodista ruin confesó al aire que no gritó el gol contra Bélgica: (¡le castraron la palabra!); Otro de estos esquizos políticos "armó" un programa sobre "La alegría del mundial y la economía triste", cuando doscientos mil argentinos pudieron viajar gozosos a Brasil, aunque más no fuera para alentar...
La política cipaya también perdió y ahora espera -húmeda de deseo- que Argentina pierda. Resta definir -antes de la final- que esa prensa y esa política se decidan entre enaltecer la gesta deportiva jugada con dignidad, esfuerzo y buena fe, o que sigan entregando los enormes bienes que nos quedan.
Mañana será otro día y volveremos a nuestras pequeñas vidas. Nuestra realidad -cualquiera que sea- será la realidad de nosotros, no la que les toca a Shylock Singer o a sus socios. Miente el que dijo "Argentina... ¡también es una m...!". (Lo gritó al aire el prohombre del desánimo, el morboso vocero de la malaventura nacional, el enemigo interno)
Desde afuera nos apoyan Bachelet, el glorioso Pepe Mugica, China, Italia, Perú, Bolivia, los BRICS, Ecuador, el G-77, el Parlasur, el ALBA, Putin, ¡Dilma, Neymar y Obama; hasta el parlamento británico!... Defendamos la camiseta, y de paso a la bandera: NO a los buitres, pase lo que pase.
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