Dejarlo correr:
Todo lo que ocurre es lo que pasa y
si pasa
es
lo que pasa, caracho,
diría Cortázar: Todo pasa.
Como nosotros, nuestros días y
memorias:
Nada de lo que hagamos resultará ser para
siempre
ni jamás explicará el amor que
sentimos esa vez.
Esta vez.
Habrá que dar la nota -cosa rara-
para ser mejor de lo que somos
y así entender el mapa del alma que nos atravesó.
Nos hizo forma y sustancia.
Nos hizo ser y estar y potencia y
acto.
Tras nacidos, nos parió la muy
guarra. Nos parió.
Mejor dejarlas correr -a la historia
y a esa mina-
porque todo tiempo pasado fue mujer.
Dejarla, dejarla correr.
Así como el aire, como las olas
todo viene con el agua y todo lo que
viene va
aunque imaginemos en nosotros cuerpos
alados
luminiscentes, mejores o en todo caso
distintos
nunca es profano eso que reluce
y que a los ciegos de espíritu se les
antoja que es un dios.
Dejarnos correr:
Somos lo que pasa por la luz y por el
agua y lo demás
es todo, todo una locura y al rato
apenas un recuerdo y con el tiempo
con suerte sólo eso.
Nada más, pero tampoco nada menos:
Un buen recuerdo.
Habrá que dejarnos,
dejarnos para ser.
Reproducción total o parcial permitida para fines
no comerciales. Por favor cite la fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario